sensaciones y pensamientos


Escrituras



2.1.12

Abrir espacios



Verdad de aire 
caliente




Palabras nocturnas, suben por las paredes. Las espera un abrazo de siglos. Y un encuentro que nada sabe del tiempo.



Diego Oscar Ramos (texto e imagen)


Desnudo en la mesa de las palabras, me veo como soy, en este momento. Sueño despierto, despierto sueños y pretendo lo que más merezco y me corresponde en este instante en que me observo. Y me construyo.

Las ventanas están cerradas y las puertas abiertas. La calle está cerca en el árbol que espera que baje para mirarlo desde el lugar donde la tierra le deja espacio para nadar en el cielo, de ramas extendidas hasta el balcón donde espera llegar pronto, para que mis manos lo acaricien en su máximo don de juventud.

Abro espacios en mi mente, paso el rastrillo por las neuronas de siglos y me pongo en situación de siembra, con los pies sobre el borde de los surcos y los dedos derramando las ideas sanas que me harán estar más cerca del árbol que ya casi llega a verme escribir sobre su voluntad de alcanzarme y mis deseos de hablarle.

Desnudo en la mesa de las palabras, las frases lanzan un viento que abre con ímpetu animal lo que me separaba del crecimiento vegetal. Y me dejan de frente a las cosas que son, con verdad de aire caliente y silencio de encuentro esperado. 

Las ramas nuevas entran con el entusiasmo que da el permiso ya concedido, con respeto y amistad. Y señalan alturas con traducción palpable en cada objeto que encuentran en el lugar donde las oraciones me muestran de cuerpo entero. 

Suelto un aire contenido por centurias, estiro los brazos, me divierto con el verde que juega entre los pensamientos sin tiempo. Y ahora que el rumiar quedó para bestias del pasado, me digo lo que siempre quise escuchar de mi propia voz. Y lo creo. 

   

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