sensaciones y pensamientos


Escrituras



1.5.10

Arte y gratitud

Tempo, tempo, tempo

Sensaciones de eternidad y agradecimiento, por la belleza y el don de verdad regalado en tantas canciones de Caetano Veloso, escritas a horas de su primer recital al aire libre en Buenos Aires.

Diego Oscar Ramos (texto y foto)

   Hace muchos años que tu voz me habla, directamente, como una fuente de sensaciones que llegan, que nacen, que van y vienen. Desde la primera vez que realmente presté atención a ese don de la naturaleza que se da en algunas tantas de tus canciones, cuando más directamente pareces estar alineado, como en un riel por donde tu mente, tu sensibilidad, tus intenciones y tu expresión van unidas, provocando un remolino de aguas amables en quien te escucha cantar.
   Hace muchos años que tu voz nos habla, a muchos, haciendo que sintamos un tatuaje interno, una marca precisa en el corazón que se sabe llamado a hacerse presente en la vida, para ser mejores seres humanos, buscando andar sobre los rieles de la integración, para dejar que la cabeza sea apenas una herramienta de nuestra caminata segura, por lugares que nos hagan bien, que nos ofrezcan bendiciones constantes, disponibles, observables, eternas.
   Hace muchos años, podría contarlos, pero son tantos y tan pocos, que han pasado a estar en un almanaque mutante, que hace que pueda marcar etapas de mi vida, movedizas, cambiantes, a partir del diálogo que se iba estableciendo con esas canciones, de esos discos, de esos momentos tuyos donde las transformaciones, los estilos, los experimentos, estaban siempre como haciendo una ronda alrededor de un centro inobjetable, certísimo, que se da en esa hermandad de la voz que canta con calma con un cerebro que emite pensamientos vertiginosos, constantes.
   Hace años que te vengo escuchando, leyendo, cantando, con un placer que ha sabido crecer en todos los momentos en que no hay acuerdo tan directo entre algunas de tus exploraciones musicales y las expectativas de goce que crecen en uno con los seres a los que les abrimos líneas naturales de comunicación. Porque siempre, sea cual sea la forma que le estés dando a tus impulsos creativos, seguramente habrá un instante de los discos o los conciertos donde pueda percibir mis propias maneras de sentir todas las maravillas que nos ofrece la vida a través del placer con que traduzco en mí algunas vibraciones de tu voz y la manera en que lográs que lo que la rodea nazca como prolongación de tus intenciones, ya sea tu propia guitarra, una orquesta o sonidos grabados de la ciudad que se conviertan sin rebeldía alguna en habitantes de tu música.
   Hace años que siento que, sea donde sea que vayan mis búsquedas, mis determinaciones, mis caminos de expresión o mi propio cuerpo andante, guardaré y soltaré todo lo que aprendí de la vida y de mi mismo a través de tantas de tus canciones, las que me hablaron de la posibilidad humana de estar en comunicación con los espíritus danzantes de la belleza, las que me susurraron que la magia de las cosas está en un oído que se entrega a las percepciones que le son dadas como un don, las que me mostraron que hay tanta verdad en cantar las palabras que nacieron de un impulso interno como aquellas que tomamos como nuestras por habernos apasionado por una forma del decir que podría haber crecido de nuestra humanidad sorprendida.
   Hace años que tengo certeza que el tiempo nos acaricia, con sus formas hipnóticas de  hacernos ver que todo cambia y todo permanece, que las paradojas son sal en la que nunca se transformarán los cuerpos de los que miran hacia el centro de sí mismos, para dar saltos por arriba de los laberintos y abrazarse al mundo que nos quiere vivos, brillantes y serenos. Porque siento que las canciones pueden ser la plataforma donde podemos dar unos cuantos saltos, festejo aquí mismo la existencia de aquellas tantas músicas tuyas, que te han hecho saltar también, para mirar todo desde alturas increíbles, sin perder nunca el sentido único, poderoso, de estar en la Tierra.





2 comentarios:

Unknown dijo...

ADHIERO A LO QUE DECIS SOBRE CAETANO , MUY BUENO TU BLOG.

Federico Rico dijo...

Yo me he hecho un habitante de tus palabras, Diego. Tu poesía abre las puertas de las estancias invisibles donde las criaturas nos encontramos con nuestra esencia. Gracias por guiarnos, amigo!

Un gran abrazo,

EGP