Algunas palabras, transformadas en sonido rítmico, hipnótico, musical, pueden dar salud. Y ser fuente de encuentro.
Diego Oscar Ramos
(texto y pintura)
calma
aumento de la percepción
hallar lo que sobra en nuestra escultura personal
soltarlo
cueste la resistencia que cueste
agradecer haber percibido la resistencia
poner luz en ese lugar
llorar si el cuerpo lo propone
mirar alrededor de la herida
llevar una escalera
ver desde más arriba la situación
rodear con suavidad la escena
en desplazamientos espirales
susurrar voces de amor comprensivo, esclarecedor, verdadero
al niño, al adolescente, al adulto, al anciano, al alma que somos
darle caricias a todos los que fuimos y soplar aire fresco, limpio de tristeza
al que ya empezamos a ser
al reconocernos, nuevos, eternos, sanos, amados
merecedores de vida continuamente en el lado de la presencia amorosa
entera, continua, sin escapes de nosotros mismos
con seguridad de lo que nos hace bien
con certeza de zonas de acción
o mejor con alegría de estar ciento por ciento en el lugar que vayamos estando
para transmitir entusiasmo de estar vivos
respirar como nueva caricia
mirarse a los ojos, en lo primero que veamos al abrirlos
abrazar la mirada cariñosa que nos devuelve el mundo, ahora
despertar
continuar el viaje
y seguir andando
enteros.
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